La American Cancer Society aconseja que las personas que han padecido cáncer de mama eviten la inactividad y vuelvan, tan pronto como sea posible, a la práctica de actividad física tras una operación como puede ser una mastectomía o tumorectomía o un tratamiento de quimioterapia o radioterapia.

¿Cuáles son los beneficios del Pilates durante el cáncer de mama?

Los beneficios del Pilates son muchos a nivel general. Activa la mente, el cuerpo y el espíritu. Los ejercicios de Pilates ayudan a desarrollar la flexibilidad y la fuerza muscular al mismo tiempo que aumentan el metabolismo y activan las funciones respiratoria, linfática y circulatoria. Mejoran la coordinación y el equilibrio y también ayudan a “centrarse” y relajarse. 

Por eso te traemos 10 motivos para añadir el Pilates a tu tratamiento de recuperación del cáncer de mama:

  1. Es posible adaptar Pilates al nivel en el que te encuentres y se puede hacer durante toda la vida, estés donde estés. 
  2. El método Pilates ofrece una introducción o reintroducción suave al ejercicio físico. Por eso es un método excelente de recuperación para el cáncer de mama.
  3. Se pueden hacer los ejercicios en distintas posiciones: sentada, boca arriba, boca abajo, de pie.
  4. La rehabilitación del brazo o brazos afectados tras una mastectomía será más fácil y natural ya que Pilates es un ejercicio integral (con todo el cuerpo) que incluye brazos y piernas para realizar los movimientos.
  5. La respiración torácica profunda y los patrones respiratorios multidimensionales ayudan a liberar tensión, fomentan el drenaje linfático (y así prevenir el linfedema) y estiran las zonas tensas afectadas por las cicatrices.
  6. Los ejercicios de Pilates aumentan la fuerza muscular, sobre todo en la parte posterior de los hombros y la parte media de la espalda, zonas donde más lo necesitas después de ser intervenida quirúrgicamente para evitar el hombro congelado.
  7. Aumenta la capacidad de realizar las actividades de la vida diaria (AVD).
  8. Mejora la propiocepción y la coordinación muscular.
  9. Fortalece el transverso del abdomen, músculo muy importante para la estabilidad y la fuerza de la espalda.
  10. Aparta la atención de las zonas dañadas y de “lo que no puedes hacer” y refuerza “lo que SÍ puedes hacer”.

Para una buena rehabilitación tras el cáncer de seno se recomienda hacer una actividad física regular, entrenamiento de la fuerza al menos 2 veces/semana y 150 minutos/semana de ejercicio físico ya sea caminar, bicicleta, marcha nórdica, etc.

En Radix ofrecemos clases de Pilates especializadas en pacientes de cáncer de mama. Comprueba los horarios o contáctanos.

Clase de pilates, ejercicio para fortalecer los hombros
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